Ahí estaban tus manos, deslizándose por mi espalda, volví a sentir la misma sensación de siempre, me excite en demasía, estaba extasiada de placer, no eran tus manos era la respuesta de mi cuerpo a tus roces. Allí te vi poseyendo mi cuerpo como la primera vez, volviste, ya sabes que para ti siempre dejo la puerta abierta, para usar tus hombros, tu cuerpo, tus besos y a veces hasta tu sexo. Me prendes el cuerpo, me erizas la piel, no entiendo aquella maldita sensación de tenerte cerca y no resistir tocar tu cuerpo. Nunca digo no, sólo te acercas y al instante estoy en el aire. Me he alejado muchas veces y vuelvo al mismo punto de partida, a tu boca, a tu pecho y allí me detengo.
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ALLÍ
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uf! … QUÉ bien que siempre te existes con él .. eso es pasión y conexión mutua que no todo el mundo la tiene….
saludos suertuda! jajajaja
Víctor Hugo
El Hombre Imaginario
Gracias por tu comentario en mi blog. Me gusta la pasión que hay en tu Instinto Femenino, y mi más sincera envidia al afortunado destinatario de lo que has escrito…
Eso es pasión!!!